Como casi todas las familias españolas, la mia está marcada por un coche: El SEAT 600. Es por ello que cuando vi un libro dedicado a él decidí regalarselo a mi padre.
Hoy lo he estado ojeando, desde el principio, y al final me he sentado a leerlo con calma. El comienzo, como no puede ser de otra manera, es un repaso al estado de la industria automovilística y lo que nos llevó a la necesidad de crear SEAT.
Es precisamente en ese repaso donde el precioso biplano italiano, el CR-42 Falco, ha perdido el ala superior.
Las imágenes son de mala calidad, están tomadas con un móvil y no he podido obtenerla con mejor calidad, no obstante en una podemos intuir el nombre del CR-42, y en la otra podemnos ver claramente un Fiat... G50
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